El sector educativo en todo el mundo tuvo una gran caída en los niveles de aprendizaje, debido al confinamiento por la pandemia. Frenados por el cierre, los involucrados en la educación tuvieron que buscar la forma de desarrollar actividades eda aducativas a la distancia. En México la pandemia solo vino a agudizar los problemas que ya existían en las instituciones educativas: la desigualdad, el bajo rendimiento académico y el alto porcentaje de deserción escolar.
Tras la confusión generada, poco a poco se ha adaptado la educación del país con alternativas que beneficien al aprendizaje de los estudiantes; se regresó a las escuelas de forma presencial con medidas de distanciamiento, se asignaron grupos para asistir a las aulas, algunas escuelas desarrollaron plataformas digitales para dar clases, entre otros.
El sector educativo tiene oportunidades para mejorar cada año y para este 2023 estimamos 5 retos para la educación:
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Evaluar el nivel de aprendizaje
El sector educativo tendrá que evaluar el nivel de aprendizaje desarrollado durante el periodo pausado de las clases presenciales y medir el impacto negativo que tuvo la pandemia en los estudiantes de todos los niveles educativos. La evaluación sirve para analizar la información y encontrar soluciones al déficit de aprendizaje.
Recuperar la pérdida del aprendizaje
El siguiente reto es recuperar el conocimiento prepandemia. Las escuelas deben reestructurar los aprendizajes curriculares con enfoque en las competencias fundamentales. Se deben detectar las prioridades para impulsar conocimientos más relevantes en los alumnos. Recomendaciones para la recuperación:
- Tutorías grupales. Desarrollar tutorías a estudiantes con dificultades en materias.
- Prolongación de las clases. Generar horarios de estudio de mayor duración.
- Herramientas virtuales. Incluir en el aprendizaje contenido de plataformas educativas para reforzar la enseñanza.
Deserción escolar
Los involucrados en el sector educativo seguirán teniendo la preocupación por la caída de la matrícula estudiantil. El plan de todas las escuelas es poder regresar a los números de alumnos antes de la pandemia. Muchos estudiantes y padres de familia optaron por buscar instituciones más accesibles en economía o a la distancia, otros decidieron desertar de las escuelas por falta de recursos o por problemas en la salud emocional. Las escuelas tendrán que estimular el retorno de alumnos con opciones como: descuentos en el pago de matrículas u otras formas que promuevan su regreso.
Atención a la salud emocional
El sistema educativo necesita tomar como una de sus máximas prioridades el tema de la salud emocional de los estudiantes. El confinamiento causó grandes repercusiones sociales, sobre todo en los niños y jóvenes, por lo que el reto es poder atender con responsabilidad aspectos emocionales para adaptar a los alumnos en las instituciones educativas. Una forma de impulsar la socialización es creando dinámicas que fomenten la participación de los estudiantes, organizándolos en equipos para mejorar sus relaciones interpersonales. Es indispensable que las escuelas cuenten con profesionales en psicología y educación infantil, ya que es fundamental darle importancia a una buena salud mental.
Aprender nuevas formas de enseñar
Las escuelas tendrán que realizar un plan para adaptar el material educativo a formas de enseñanza más creativas y flexibles. El sistema educativo tiene que preparar la enseñanza para responder ante la distancia y las barreras que acontezcan en el futuro. La mejor respuesta ante el cierre de las escuelas fue implementar herramientas digitales para dar clases; se usó WhatsApp para comunicar avisos y actividades, se usó Google Classroom o Zoom para las sesiones grupales.
En México el sector educativo tiene grandes dificultades con las que tiene que lidiar de forma indudable, no obstante lo mejor es tener la visión para tomar las dificultades como oportunidades que generen cambios positivos en la educación de los estudiantes.